ONTOGÉNESIS POSTURAL DESDE EL DECUBITO DORSAL

RECIÉN NACIDO
En decúbito supino el recién nacido mantiene una postura asimétrica. Cualquier estímulo del mundo interno o externo provoca un movimiento irradiado brusco, llamado holocinesia por Marion Hines. Su patrón más conocido en este período es el denominado reflejo de Moro. Este reflejo de Moro no obstante tiene una posición aferente preferente que sin duda es la vestibular, como bién ha demostrado el Prof. Prechtl.


SEIS SEMANAS
A las seis semanas el 70% de los niños comienzan a fijar la mirada, esto significa que son capaces de concentrarse durante algún tiempo (eventualmente algún minuto) en un objeto (por ejemplo la cara de la madre). En esta primera mitad del 1º trimestre los medios motrices no están tan diferenciados para permitir al niño desviar unicamente la cabeza en dirección al objeto. Así pués el componente motor de la fijación óptica se manifiesta con un movimiento global que lleva al niño a la postura del esgrimidor, un peldaño más en el desarrollo desde el decúbito dorsal.

A partir de la octava semana el niño ya puede permanecer en decúbito dorsal un corto espacio de tiempo, lo que le permite comenzar a jugar con sus manos colocándolas en el centro de su cuerpo y bajo el control visual.

TRES MESES
A partir de los tres meses se constituye el decúbito dorsal estable, condición fundamental para el desarrollo de la función prensora. Cuando el niño flexiona los MMII es capaz de mantener las 2/5 partes del cuerpo fuera de la base de sustentación. El centro de gravedad se desplaza en sentido craneal.
Aparece la función de prensión: El niño puede coger el objeto lateralmente. Manifestación del despertar de la función prensora:
• Extensión del tronco y cuello.
• Flexión del abdomen con flexión dorsal de pelvis.
• Flexión de rodillas con flexión dorsal de tobillo y el pie en línea media.
• Flexión de hombros con ligera A DD ventral.
• Manos abiertas.
Como vemos la función prensora se desarrolla en patrón global.

CUATRO MESES Y MEDIO
Comienza el “cruce de la línea media”, sigue el objeto pero no lo puede coger, ni en la línea media ni despues de ella. Desplaza el centro de gravedad lateralmente y cranealmente y se apoya del lado facial sobre el hombro. Comienza la rotación de la columna dorsal y la diferenciación muscular de los miembros superiores.

SEIS MESES
Progresivamente este desplazamiento sigue del hombro hacia el codo y al final del segundo trimestre aparece el volteo del decúbito dorsal al ventral.
Se trata de un apoyo transitorio y fugaz donde la cabeza se eleva lateralmente del plano de apoyo.
Este cambio postural se realiza como consecuencia de la avidez por poseer el objeto siendo la mirada la que conduce esta acción. Aparece la función rotadora de la musculatura abdominal. A los seis meses el S.N.C pone a disposición del niño una primera forma de locomoción hacia un lateral.
A partir de los seis meses es donde ambos decúbitos, ventral y dorsal se encuentran, ya sea sobre el apoyo en los codos o las manos, para lograr progresivamente conseguir la verticalización. El volteo como locomoción sigue un patrón cruzado.


OCHO - NUEVE MESES
A los 8 meses el niño adquiere la sedestación oblicua y es capaz de liberar una mano para prender el objeto. En el tercer trimestre esta posición (antes pasajera) se convierte en una postura, que surge desde el decúbito lateral. Aparece el enderezamiento del tronco en el plano frontal hacia el vertical, donde el centro de gravedad será mantenido y llevado hacia arriba en contra de la gravedad. Esta postura de sedestación oblicua está al servicio de la prensión en un espacio más amplio, el espacio de arriba. Las manos y las nalgas se constituyen como órganos de apoyo. Aparece la prensión en tenaza.
Al final de los 8 meses el niño adquiere la sedestación libre. Liberando los miembros superiores para llevar a cabo la función prensora. Al inicio del 9º mes aparece por primera vez la oposición del pulgar, separandose el índice y el pulgar del resto de los dedos y apareciendo la función de pinza fina: Pinza Inteligente. A partir de los nueve meses el niño ya puede elegir, según sus intereses, diferentes posturas: sedestación con piernas extendidas, posición de cuatro patas, gateo, comienzo de la verticalización, etc.

DIEZ - TRECE MESES
A los 10 meses el niño se puede verticalizar. Pero no puede desplazarse por eso utiliza el gateo. Este gateo es: Alternante, Reciproco, Cíclico y Global. La vertical alcanzada es considerada la mejor postura de orientación desde la que el niño puede tener un contacto más amplio con el medio que le rodea.
A partir de los 12-13 meses alcanza la ya descrita marcha bípeda, siempre con patrón cruzado.

El comienzo de la marcha coincide con la del habla (maduración motora fina de la musculatura y órganos ímplicados en el lenguaje oral, las praxias linguales, mandibulares y labiales se coordinan de forma muy precisa para emitir la palabra, hasta aproximadamente los 8 meses, las funciones de los órganos antes citados se coordinan de forma más burda ya que el objetivo inmediato es perfeccionar la alimentación).

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